Un nuevo fuselaje para una nueva generación de aviones
La start-up californiana JetZero, fundada en 2021 en Long Beach, pretende reinventar la aviación comercial con un diseño de avión radicalmente distinto. Su modelo Z4, que se espera realice sus primeros vuelos en 2030, no se parece en nada a los aviones convencionales. Adopta una arquitectura denominada BWB (Blended Wing Body): un fuselaje triangular integrado en las alas, dos motores situados encima del fuselaje en lugar de debajo de las alas y una silueta que rompe con el largo cilindro de los aviones actuales Boeing o Airbus.
Capaz de transportar 250 pasajeros a lo largo de 9.000 kilómetros -lo que equivale a un viaje sin escalas de París a Los Ángeles-, el Z4 promete rendimiento y eficiencia en el consumo de combustible.
Una experiencia rediseñada para el pasajero
En el interior, el avión destaca tanto por su configuración como por su forma exterior. En lugar de uno o dos pasillos centrales, el Z4 ofrece atre, repartidos entre dieciocho asientos corridos en clase turista. Esta elección pretende hacer más fluido el embarque y reducir los cuellos de botella que se ven en los aviones tradicionales.
La clase Business se beneficiaría de espacios más amplios y una distribución más cómoda, mientras que incluso las zonas sanitarias se rediseñarían para ofrecer más espacio. JetZero resume esta visión en una fórmula sencilla: «Hemos alcanzado los límites de la geometría actual». Para las compañías aéreas, el objetivo es atraer a los pasajeros con mayor comodidad sin alterar la logística aeroportuaria, ya que el Z4 se ha diseñado para utilizar la infraestructura existente.

Ahorro de combustible y promesa industrial
El verdadero reto de este diseño reside en su rendimiento energético. JetZero ha anunciado una reducción del consumo de combustible del 50% en comparación con los aviones convencionales. En un momento en que todas las compañías aéreas intentan reducir su huella de carbono y contener sus costes de explotación, una cifra así llama la atención.
A diferencia de otros proyectos que se basan en elhidrógeno o la energíaeléctrica, el Z4 conserva un motor de combustible, lo que le permite evitar ciertos compromisos técnicos. Sus promotores apuntan también a una reducción del ruido, una ventaja para los aeropuertos sujetos a normativas estrictas.
El objetivo de JetZero es realizar un primer vuelo de prueba en 2027 y ponerlo en servicio en 2030. El proyecto cuenta con una inversión de 4.700 millones de dólares, la creación prevista de 14.500 puestos de trabajo en Carolina del Norte y la apertura de una fábrica capaz de ensamblar tres aviones al mes. Las principales compañías aéreas estadounidenses no han permanecido indiferentes: United Airlines ya ha reservado 200 aviones y Delta trabaja directamente en el desarrollo para adaptar el avión a las necesidades operativas.
Conclusión: una apuesta audaz por el futuro de los cielos
El Z4 de JetZero se inscribe en una larga tradición de proyectos aeronáuticos visionarios. Con su fuselaje integrado y su promesa de ahorro de combustible, podría redefinir el estándar de los vuelos de larga distancia de aquí a 2030. Queda por ver si la arquitectura BWB, que ya estudian Airbus y otros fabricantes, superará la prueba de los vuelos comerciales regulares.
Combinando ambición tecnológica, expectativas medioambientales y retos industriales, JetZero ofrece un futuro en el que se aúnan confort, rendimiento y eficiencia en el consumo de combustible.
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